
Estrés térmico por calor podría perjudicar a las estaciones de servicio en Costa Rica
Boletín Mensual: FEBRERO
El estrés térmico por calor es una condición que se presenta cuando el cuerpo humano no puede regular su temperatura interna debido a la exposición prolongada a altas temperaturas y humedad. En Costa Rica, la estación seca trae consigo un incremento significativo en la temperatura ambiental, especialmente en regiones como Guanacaste y el Pacífico Central, donde en ciertos días se superan los 34°C. En estos entornos, los trabajadores de estaciones de servicio de combustible enfrentan un riesgo considerable de desarrollar enfermedades relacionadas con el calor.
Las temperaturas extremas representan un riesgo tipo IV, la categoría más alta dentro de la clasificación de exposición al calor ocupacional, lo que significa que existe una alta probabilidad de afectaciones severas para la salud si no se implementan medidas preventivas adecuadas. Entre las consecuencias más graves se encuentra el golpe de calor, una emergencia médica en la que la temperatura corporal supera los 40°C y puede llevar a la pérdida de la conciencia, daño neurológico e incluso la muerte. También pueden presentarse casos de agotamiento por calor, con síntomas como sudoración excesiva, mareos y fatiga extrema; calambres musculares por pérdida de electrolitos; y deshidratación severa, que puede afectar órganos vitales como los riñones y el corazón.
La hidratación adecuada es la estrategia de prevención más efectiva. Se recomienda que los trabajadores consuman al menos 250 ml de agua cada 15 a 20 minutos, incluso si no sienten sed. Además, es fundamental evitar bebidas con cafeína, alcohol o alto contenido de azúcar, ya que pueden contribuir a la deshidratación. Para garantizar que los trabajadores tengan acceso a agua potable, las estaciones de servicio deben contar con puntos de hidratación estratégicamente ubicados y promover pausas regulares en áreas de sombra para reducir la carga térmica corporal.
Otro aspecto clave en la prevención del estrés térmico es la aclimatación del personal nuevo. Los trabajadores que no han estado expuestos previamente a condiciones de calor extremo tienen un mayor riesgo de sufrir efectos adversos, ya que su cuerpo no ha desarrollado la capacidad de disipar el calor de manera eficiente. Para mitigar este riesgo, se recomienda una introducción progresiva al ambiente laboral durante la primera semana, permitiendo períodos de trabajo cortos con descansos frecuentes y aumentando gradualmente la duración de la exposición al calor. Además, es importante monitorear signos de fatiga, mareos o sudoración excesiva en los nuevos empleados y evitar que realicen tareas físicamente exigentes sin un período de adaptación adecuado.
Greivin Fallas, Inspector de Salud Ocupacional y Gestión Ambiental de la Cámara de Empresarios del Combustible, enfatiza la importancia de estas medidas preventivas: “En esta época seca, las temperaturas en Guanacaste y el Pacífico Central pueden superar los 34°C, lo que representa un riesgo alto para los trabajadores de estaciones de servicio. La hidratación es fundamental, así como garantizar espacios de descanso con sombra y promover la aclimatación del personal nuevo. La prevención del estrés térmico no solo es una responsabilidad legal, sino una medida esencial para proteger la salud de los trabajadores y evitar incidentes laborales que pueden ser graves.”
En Costa Rica, la normativa vigente establece directrices claras para la prevención del estrés térmico en los lugares de trabajo. El Decreto N° 39147-S-TSS, Reglamento para la Prevención y Protección de las Personas Trabajadoras Expuestas a Estrés Térmico por Calor, obliga a los empleadores a adoptar medidas de control como el acceso a agua potable, la implementación de descansos programados en zonas de sombra y la educación de los trabajadores sobre los riesgos del calor y sus síntomas. Estas regulaciones están alineadas con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que destacan la importancia de establecer estrategias de prevención basadas en la hidratación, el descanso y la aclimatación.
Las estaciones de servicio en zonas de altas temperaturas deben adoptar un enfoque proactivo en la gestión del estrés térmico para reducir riesgos y mejorar las condiciones laborales. La protección de los trabajadores no solo es una obligación legal, sino también una responsabilidad ética que impacta directamente en su bienestar y productividad. La hidratación constante, la aclimatación del personal y la implementación de medidas de prevención adecuadas son esenciales para evitar incidentes que puedan poner en peligro la vida de quienes trabajan diariamente expuestos a condiciones de calor extremo.